Infecciones respiratorias, malaria, sida,
tuberculosis y enfermedades sexuales machacan duramente a los países pobres. Los fármacos que allí se comercializan son de precios prohibitivos o viejos, por lo que los efectos secundarios resultan nocivos. Un tercio de la población mundial no tiene acceso a esos fármacos.
Es innegable que existe una influencia recíproca entre nuestra salud y nuestra actitud mental. Una actitud positiva, un alto grado de motivación y entusiasmo crean las condiciones apropiadas para el desarrollo de una buena salud, una buena digestión y el desarrollo normal de los procesos metabólicos del cuerpo.
Lo cierto es que pensar es practicar química cerebral. Nuestra calidad de vida es el resultado de nuestros hábitos y estos a su vez, son el producto de nuestras acciones. Sin embargo, toda acción va precedida por un pensamiento y una de las consecuencias de los pensamientos que albergamos en nuestra mente, es la secreción de hormonas desde glándulas como el hipotálamo y la pituitaria. Estas hormonas se encargan de transmitir mensajes a otras partes del cuerpo.
Recuerde que: Pensamientos hostiles y de enojo aceleran los latidos del corazón, suben la presión arterial y sonrojan la cara. Sentimientos de ira, enemistad, resentimiento, depresión y tristeza, debilitan el sistema inmunológico del cuerpo y suelen favorecer la aparición de las llamadas enfermedades psicosomáticas. Pensamientos positivos como el entusiasmo, el amor, la amistad, la paz, la tranquilidad y muchos otros, producen un flujo de neurotransmisores y hormonas en el sistema nervioso central, que estimulan, proveen energía al cuerpo y crean las circunstancias propicias para el mantenimiento o restauración de una buena salud. ¿Se ha dado cuenta cómo aquellas personas que constantemente se quejan por todo, son generalmente las mismas que suelen enfermarse con mayor frecuencia?
Una actitud triunfadora y perseverante no sólo nos puede ayudar a alcanzar nuestras metas, sino que en muchas ocasiones puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Usted puede cambiar su actitud y el efecto negativo que ésta ejerza sobre su salud física. Empiece por modificar la clase de pensamientos que mantiene en su mente. Sea optimista, su vida puede depender de ello. este escrito es de la autoria de DR. Camilo Cruz y se lo dedico con mucho Amor a La talentosa fotografa Franca Franchi.
Etiquetas: Reflexiones sobre la Salud 1 |
Que bueno venir a leerte... siempre me da un renovado respiro.
Saludos