Mente,Cuerpo Y Emociones: MEDITACION COMO HERRAMIENTA PSICóLOGICA

7/26/2005

MEDITACION COMO HERRAMIENTA PSICóLOGICA

"TODO SE HACE por la mente, excepto la meditación. Porque la meditación no es un logro; ya está ahí, es tu propia naturaleza. No hay que lograrla; sólo hay que reconocerla, sólo hay que recordarla. Está ahí, esperándote, tan sólo un giro hacia dentro y está disponible. La llevas contigo desde siempre.", explica Osho en muchos de sus libros. Con la comprensión de que somos seres íntegros: espíritu, alma (mente), cuerpo y que una parte de nosotros no puede estar afectada sin que las otras también manifiesten las consecuencias; la meditación ha surgido como alternativa para sanar aun enfermedades mentales y físicas. Con estas breves líneas deseo recomendar la meditación para cambiar paradigmas limitantes, crear conciencia de nuestro valor, liberarnos de los apegos y los enganches, producir bienestar generalizado: alegría, paz y amor.

La meditación en una primera instancia puede ser la práctica de sentir y respetar al cuerpo. Un ejercicio simple, es sentarse relajado y tomar conciencia de tu respiración. A medida que vas exhalando con más fuerza que lo normal y concentrando tus pensamientos en tu respiración, tu mente descansará y tu cuerpo relajará las tensiones. Es bueno hacerlo por periodos de cinco minutos, para aprender a relajarte.

En segunda instancia, está la meditación donde tomamos conciencia de nuestros pensamientos. Para lograr esto debemos buscar un sitio donde podamos sentarnos relajadamente. Puedo empezar a relajarme con el ejercicio de la respiración y luego empezar a observar mis pensamientos. Es como si cada pensamiento que tengo, no importa cual sea, lo suelto y lo entrego en manos de la fuente, de Dios, del universo; como sea que lo llames, aquello que es parte de ti, pero que es más grande que tú. Cuando te ejercites en soltar tus pensamientos, eventualmente tu mente cederá al ruido de sus propias opiniones, deseos y temores y entrará en momentos de descanso. El caos interno que tienes, empezará a ordenarse y a entrar en patrones que producen paz. Los momentos de descanso servirán para traerte paz, hacerte sentir completo, con un sentido de bienestar y conocimiento de que no te falta nada. Tu cuerpo y tu mente entrarán en armonía. Esta meditación te vuelve observador de tus pensamientos, trayéndote objetividad y el poder de no estar inmerso en ellos. El poder de cambiarlos.

Como tercera instancia de la meditación, está la conciencia de las emociones y los sentimientos. Al pasar por las dos meditaciones anteriores puedo empezar a observar también mis emociones y apartarme de ellas. En otras palabras, soltar las emociones y los sentimientos a la fuente, al Dios del todo, dejando que se liberen y que me libere de ellos. De esta forma entro en paz y en la conciencia de mis emociones sin que éstas me dominen. El ejercicio es igual que la meditación donde suelto los pensamientos; es como una especie de entrega, donde me permito sentir la emoción. En otras palabras, no la reprimo, sino que la suelto y al soltarla logro observarla ya como algo ajeno a mi. Esta meditación unifica al cuerpo, los pensamientos y las emociones ordenándome en las tres áreas.

La última meditación es la menos común, usualmente sólo le ocurre a personas que tienen una disciplina constante de meditación. Personas que continuamente están buscando la paz interna, la felicidad y el amor. Y lo buscan llegando a estos a través de la aceptación de la esencia interna de su mismo ser. Es por eso que Osho dice: "Tan sólo un giro hacia dentro y está disponible". Esta meditación es la observación del que observa. Es como si estuvieras en la fuente y de allí mismo te ves observando tus pensamientos y soltándolos, observando tus emociones y soltándolas, observando tu cuerpo y relajándote. Es estar despierto en una conciencia suprema, colectiva. Esta meditación te lleva al gozo, a sentir que todo es y está como debe ser. Es la aceptación de tu poder, de tu potencial, es la paz. Poder lograr este tipo de estado meditativo te ayudará a mantener un estado de alerta y paz, aún fuera de tu tiempo de meditación. Aún en tus actividades diarias cotidianas.

La meditación no está en contra de la acción. No te tienes que escapar de la vida. Sólo te enseña una nueva manera de vivir, una manera más centrada; como si estuvieras en el centro de un huracán. Todo puede estar agitado a tu alrededor pero tu estás en paz, tu permaneces centrado, observando, claro, sin que nada te domine, firme en tu naturaleza interna que es completa y segura. Espíritu, mente y cuerpo sano.

Escrito por Mente Cuerpo Y Emociones @ 7/26/2005 07:32:00 a.m.