8/14/2005 |
COMO AYUDAR A NUESTROS HIJOS A DESARROLLAR UNA GRAN AUTOESTIMA |
A continuación encontrarás cinco principios que puedes usar como indicadores para aumentar la autovaloración de tu hijo. Todas tus maneras de actuar como madre o padre cuidadoso deben ser coherentes con estos principios.
1. Debes ser un modelo de respeto por ti mismo. De la misma manera que debes darle el ejemplo de una persona con una imagen positiva de sí misma, también debes mostrarle a tu hijo, a través del comportamiento, que tú te respetas y que tienes derecho, por tanto, a que se te trate respetuosamente. Un niño debe estar convencido de que tú te consideras un ser humano respetable.
Empieza por suprimir toda modalidad grosera de hablarte a tí mismo, y cuando alguien se te dirija irrespetuosamente, dile: “Me tengo demasiado respeto para admitir semejante forma de hablar. No toleraré que me hables de esa manera, ni ahora ni nunca. ¿Está claro?”. Nada de tonterías, ni de discusiones interminables; haz una sencilla declaración de que te consideras un ser humano respetable, y después reanuda la conversación.
La importancia de este principio se puede resumir en estas palabras: si quieres que tu hijo se respete a sí mismo, dale el ejemplo de una persona que lo hace, y jamás reniegues de esa postura.
2. Trata a cada niño como a un individuo único. Cada uno de tus hijos es una persona especial; no es como sus hermanos o hermanas, ni como otra persona con quien podrías compararlo. Respetar la condición única de un niño, va más allá de evitar comparaciones. Es la aceptación genuina de esa persona como creación única que tiene dentro de sí un potencial ilimitado para llegar a ser cualquier cosa que decida a lo largo de su vida. Significa respetarlo como ser humano completo ahora, y tener presentes en todo momento sus atributos únicos.
Un niño a quien se le trate como un ser humano único en el mundo empezará a verse a sí mismo de la misma manera. Un niño a quien se le permita ser diferente, bailar al son de su propia música, mostrarse distinto a todos los demás sin que se le critique; actuar como quiera mientras no interfiera con el derecho de nadie a su condición de único, tendrá mucha confianza en sí mismo y un alto nivel de amor propio.
3. Recuerda que un niño no es lo que hace. Ellos son personas que actúan. Para fomentar el amor propio debes tener presente la diferencia entre estas dos nociones conflictivas. Un niño que fracasa no es un fracaso; sencillamente ha actuado de un modo que le ha dado la oportunidad de crecer. Un niño que sale mal de un examen de matemáticas no es un tonto; está practicando matemáticas en un nivel determinado en ese momento particular de su vida.
Puedes enseñarle a tu hijo a crecer, a aprender de sus errores, y a no temer nunca el fracaso, en la medida en que entienda que su valor no proviene de lo bien que se desempeñe cierto día en determinada tarea. Tú eres valioso porque tú lo dices, porque existes. Ni más, ni menos. La autovaloración no se puede basar en las realizaciones; este es sólo un dato, pero es algo que irradias todos los días.
A los niños recuérdales siempre, especialmente después de que hayan fallado en algo, que son valiosos con independencia de sus obras. Si quieres meter un gol, debes entender que también puedes fallar el tiro. Si yerras el tiro, como suele sucedernos a todos, no vales menos de lo que valdrías si metieras el gol. “Soy una persona que hace; no soy lo que hago”: hay que recalcarles eso siempre a tus hijos si quieres que se valoren positivamente.
4. Dales oportunidades de ser responsables y de que tomen decisiones. Los niños que se estiman a sí mismos, son aquellos a quienes se les ha dado la oportunidad de tomar decisiones desde el principio de su vida. Ellos necesitan asumir responsabilidades, y no que sus padres las asuman por ellos. Pueden aprender a confiar en sí mismos haciendo, y no viendo cómo otra persona hace las cosas por ellos. Necesitan sentirse importantes, exponerse a riesgos, correr nuevas aventuras y saber que confías en ellos, no tanto en que hagan algo sin equivocarse, sino simplemente en que se atreverán a hacer el esfuerzo.
Los niños que aprenden temprano a tomar decisiones, como elegir su propia ropa, decidir qué quieren comer, jugar con quienes elijan, o ser responsables sin ponerse en peligro, aprenden muy pronto a gustarse y a sentirse positivos con respecto a lo que son. Empiezan muy temprano a confiar en sí mismos con las tareas diarias, típicas de su edad, que los hacen sentirse orgullosos y útiles.
5. Aprender a elogiar en vez de criticar. Los chicos a quienes se critica aprenden a hacer lo mismo consigo mismos, y llegan a ser personas con poca dignidad. El elogio es una herramienta maravillosa en todo el proceso de criar niños. Recuerda que a nadie, incluido tú mismo, le gusta que le digan que lo critiquen.
Los padres creen con frecuencia que están ayudando a sus hijos cuando los reprenden constantemente, suponiendo que crecerán teniendo en cuenta sus advertencias. Pero pregúntate: ¿Me gustaría que me corrijan? ¿Mejoro cuando me critican constantemente?
En realidad, cuando se nos corrige tendemos a seguir siendo los mismos; deseamos defender lo que hemos hecho, y nuestra obstinación innata se niega a permitirnos aceptar las críticas. Detrás de casi todo reproche se oculta esta afirmación: “Si te parecieras más a mí y vieras la vida como yo la veo, serías muchísimo mejor”. Pero nadie, ni siquiera tu hijo es exactamente como tú.
Elógialo por intentar una tarea, aunque no le salga bien, y por correr riesgos. Crea un ámbito donde tus hijos sepan que estás con ellos en sus esfuerzos, en vez de criticarlos y habrás dado un paso para la formación de una imagen positiva de sí mismos.
Te deseo un feliz Domingo
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Escrito por Mente Cuerpo Y Emociones @ 8/14/2005 09:31:00 a.m. |
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