Wayne Dyer escribe en uno de sus libros acerca de como desarrollar el amor propio a nuestros hijos.
1. Sea un modelo de respeto por sí mismo. De la misma manera que debe darle el ejemplo de una persona con una imagen positiva de sí misma, también debe mostrarle a su hijo, a través del comportamiento, que usted se respeta y que tiene derecho a que lo traten respetuosamente. Sus hijos deben estar convencidos que usted se considera un ser humano respetable. Si quiere que su hijo se respete a sí mismo, dele el ejemplo de una persona que lo hace, y jamás reniegue de esa postura.
2. Trate a cada hijo como a un individuo único. Cada uno de sus hijos es una persona especial; no es como sus hermanos o hermanas, ni como otra persona con quien podría compararlo. Respetar la condición única de un niño va más allá de evitar comparaciones. Un niño a quien se le trate como un ser humano único en el mundo, empezará a verse a sí mismo de la misma manera. Un niño a quien se le permita ser diferente, bailar al son de su propia música, mostrarse distinto a todos los demás sin que se le critique; actuar como quiera mientras no interfiera con el derecho de nadie a su condición de único, tendrá mucha confianza en sí mismo y un alto nivel de amor propio. Recuerde que un niño no es lo que hace. Ellos son personas que actúan. Para fomentar el amor propio debe tener presente la diferencia entre estas dos nociones conflictivas. Un niño que fracasa no es un fracaso; sencillamente, ha actuado de un modo que le ha dado la oportunidad de crecer. Un niño que sale mal de un examen de matemáticas no es un tonto; está practicando matemáticas en un nivel determinado en ese momento particular de su vida. Puede enseñarle a su hijo a crecer y aprender de sus errores, y a no temer nunca el fracaso, en la medida en que entienda que su valor no proviene de lo bien que se desempeñe cierto día en determinada tarea. “Tu eres valioso porque tú lo dices, porque existes”. Ni más, ni menos. La autovaloración no se puede basar en las realizaciones; debe ser algo que se irradie todos los días. A los niños hay que recordarles siempre, especialmente después de que hayan fallado en algo, que son valiosos, independientemente de las obras que realicen. Si quieren meter un gol, deben entender que también pueden fallar el tiro. Si yerran el tiro, como suele sucedernos a todos, no vale menos de lo que valdría si metiera el gol. “Soy una persona que hace; no soy lo que hago”: Hay que recalcarles eso siempre a sus hijos, si quiere que se valoren positivamente. Que sus hijos piensen en sí mismos de manera positiva es algo que usted, la persona más importante de su vida, puede modelar de una manera positiva. ¿Creen en sí mismos? ¿Ven todos los días a personas que creen en sí mismas? ¿Afrontan una tarea pensando que podrán hacerla, o sienten que fracasarán antes de empezar? ¿Piensan los niños en objetivos positivos? ¿Tienen en la cabeza imágenes estimulantes de lo que se puede obtener en la vida? Sus pensamientos determinarán cómo será su existencia. Si estos pensamientos son negativos y pesimistas, su imagen reflejará ese pesimismo. Reflexione sobre esto a medida que siga oyendo, en busca de estrategias específicas para su vida cotidiana, a fin de contribuir a aumentar el amor propio y la confianza en sí mismos, de sus hijos. Llegarán a ser lo que piensen, y usted puede representar una influencia positiva o negativa para ellos. Etiquetas: Familia e Hijos |
Difícil arte el de ser padres, aunque ciertamente es el más satisfactorio que podemos ejercer si lo hacemos desde el corazón :)
Salu2!