los pensamientos en los que te invalidas. Los pensamientos en los que te dices que no lo intentes. Los pensamientos en los que te auto compadeces o te haces la víctima de los demás. Los pensamientos con los que desestimas lo maravilloso que tienes. Los pensamientos que te llevan a desconfiar o alejarte de la gente. Los pensamientos en los que desconoces lo bueno de tu pasado. Los pensamientos en los que no aprecias tus esfuerzos y logros. Los pensamientos en los que no reconoces tu increíble capacidad de lograr lo que tú quieres. Amigo lector, más que estar pendiente de lo que los demás dicen de ti, cuida permanentemente y con recelo lo que tú te dices a ti mismo. Cambia la forma de hablarte y mejoraras tu calidad de vida instantáneamente. Sólo por hoy elige ser más alegre y positivo, notarás la diferencia. Bendiciones. |
Estoy de acuerdo contigo en que hay que ignorar los pensamientos invalidadores. Sin embargo, a veces hay que poner atención a los que te dicen que no intentes algo o a que desconfies de algo o alguien. Ese tipo de pensamientos nos protegen de situaciones potencialmente peligrosa que nos permiten salvaguardar nuestra integridad física, mental y emocional.
El miedo, el dolor y la desconfianza son también mecanismos naturales de protección.